My Playlist

miércoles, 25 de agosto de 2010

Capítulo dos (Segunda parte)

Un escalofrío recorrió mi espalda lentamente. Olfateé un poco el ambiente antes de abrir los ojos. No era el mismo sitio en el que me había derrumbado la noche anterior. Ahora me encontraba en un prado que no conocía, tumbada bocabajo sobre hierba verde un poco reseca y a mi derecha se extendía un bosque. Un olor intenso y agridulce golpeó mi nariz. Al principio no supe reconocer el olor, hasta que la palabra “muerte” hizo eco en mi mente. Y era verdad. El horrible hedor a muerte se extendía por todo el terreno, inundando las grandes oleadas de aire frío que azotaban mi cuerpo surcado de heridas.


Tragué saliva y noté el sabor metálico de la sangre en mi lengua. La empalagosa textura de ésta hizo que sufriera arcadas, aunque luego se me antojó familiar.

Me miré las manos, manchadas de sangre y con varias uñas rotas. Delante de mí encontré el cadáver a medio comer de un perro.

Me pasé la lengua por mis labios secos y apoyé las manos en el césped para intentar levantarme. A pesar del dolor punzante de mis huesos y músculos, conseguí ponerme a cuatro patas. Tras otro escalofrío y unas arcadas me puse de rodillas. Alcé la vista hacia el cielo encapotado que amenazaba lluvia.

Me levanté al fin. Apenas podía sujetarme sobre dos piernas y me balanceé un poco hasta conseguir equilibrio. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que tenía el vestido desgarrado, casi no cubría mi cuerpo, y había perdido un zapato.

Me quité el otro y comencé a caminar hacia el bosque llevando mi solitario tacón en la mano.

Me volví hacia el perro muerto y tuve la imperiosa necesidad de terminar de comérmelo. Dejé caer el zapato y me agaché junto al perro.

Clavé las uñas en su piel y arranqué un trozo de carne con los dientes. La cálida sangre inundó mi boca y tragué casi sin masticar.

Escuché un ruido de pasos a unos metros de mí. Levanté la vista de mi presa y gruñí enseñando los dientes. Eran un chico, que no sobrepasaría los veinticinco años y una de chica de, quizás, mi misma edad.

Debía de tener un aspecto horroroso, toda salpicada de sangre, el pelo revuelto y casi sin ropa, pero ellos siguieron acercándose, sin extrañarse si quiera.

La chica se paró y se alejó un poco, apartándose un mechón rubio platino de la cara. En cambio, el chico me miró directamente a los ojos y continuó hasta situarse a unos escasos metros de mí y mi presa, por la que pretendía luchar. Su mirada era color avellana y penetrante y no parecía querer apartarla de mis ojos. Me estaba desafiando.

Intenté sujetarle la mirada, no podría ganarme a dominante, pero, de pronto, me sentí muy sumisa a su lado y tuve que dejar caer la cabeza en señal de rendimiento.

- Anna, ¿verdad?- Dijo el chico. ¿Cómo sabría mi nombre?

A pesar de todo, no tenían intención de hacerme daño. Lo sabía. Despedían olor de compañerismo, de…manada.

Asentí con la cabeza.

-¿Cómo te encuentras?- Preguntó la chica.

-Bien- Respondí secamente, además me salió la voz un poco ronca.

-¿Recuerdas algo de anoche?- Inquirió el chico, parecía impaciente y nervioso pero, aún así, seguía conservando ese aire de serenidad.

-Salí a cenar con un amigo- Expliqué no muy convencida- Empezó a dolerme la cabeza y salí corriendo- ¿Por qué les contaba todo aquello? Si no les conocía de nada.

-No recuerdas más- Afirmó el chico, cómo si lo supiera de antemano- sólo te derrumbaste en un sitio y te has levantado en otro.- Era cierto. Levanté la vista hacia él con curiosidad y algo de miedo. Sus ojos mostraban ahora destellos ambarinos, casi cómo los de un lobo.

-Anna- Dijo la chica captando mi atención- no debes asustarte.

No entendía lo que querían decirme, todo era muy confuso. Me levanté y me rodeé con los brazos a causa del frío. Y pronto empezaría a llover.

-Te llevaremos a casa- Prosiguió el chico- Come mucho cuando llegues y cuando estés más tranquila llama a tu amigo Mike.

-¿Sabes también su nombre?- Pregunté nerviosa. Él sacó un móvil del bolsillo izquierdo de sus tejanos desgastados, mi móvil, y me lo tendió.

Lo cogí con mano temblorosa y miré la pantalla. Tenía veintitrés llamadas perdidas de Mike y otras once de Helen. Miré al chico, que se pasó una mano por su cabello rubio rojizo.

-No quiero que me llevéis a casa- Dije más alto de lo que pretendía. Asintió con la cabeza y me dio la espalda, pasando por al lado de la chica, dirigiéndose hacia una furgoneta negra en la que no había reparado antes.

-Atraviesa el bosque, en menos de diez minutos estarás en la carretera que conduce a tu piso- Me dijo la chica, mirándome con dulces ojos verdes. Sonrió- No te preocupes.

Intenté sonreír, pero no me salió muy bien.

-Vámonos, Bea- Exclamó el chico desde la furgoneta. Ella se despidió con la mano y corrió a reunirse con su compañero.

Una gota de agua me cayó en la nariz. Hora de macharse.

Comencé a andar hacia el bosque. Alguien encontraría al perro y se encargaría de enterrarlo, por lo menos







En cuanto traspasé la puerta de mi casa, dejé las llaves de repuesto que siempre tenía bajo el felpudo en la mesita del salón, me dirigí a la cocina y me preparé un enorme bocadillo de jamón.

No me podía creer la suerte que había tenido al no encontrarme con nadie por la calle, tan sólo unos cuantos coches con prisa que ni se fijaron en mí, gracias a Dios. Me habrían tomado por una asesina, cubierta de sangre de pies a cabeza.

Mientras comía, pensé en qué le diría a Mike. Seguro que estaba muy cabreado por haberlo dejado tirado.

También en cómo decirle a Helen que había perdido sus zapatos.



Terminé mi bocadillo y me disponía a darme una ducha cuando sonó mi móvil, que había llevado en la mano todo el tiempo.

Miré la pantallita. Era Mike.

-¿Sí?- Pregunté, era una costumbre, aunque ya sabía quién era.

-Anna- Exclamó Mike al otro lado del teléfono- Dios, pensé que no contestarías nunca. ¿Cómo estás?- Parecía preocupado.

-Bien, gracias, siento lo de anoche, de veras- Me entraron ganas de llorar y suplicarle que me perdonara.

-No importa, lo que importa es que estés bien- Sonreí, no le podría estar más agradecida.

-Mañana iré a trabajar- Le informé.

-No hace falta si no te encuentras…

-Volver a la rutina es lo que necesito- Le corté, aún sonriendo.

-Está bien- Se rindió al fin- No te molesto más. Hasta mañana, pues.

-Adiós.

Colgué. A pesar de todo lo ocurrido, estaba especialmente tranquila. Como si fuera mi destino sufrir todo esto.

7 comentarios:

  1. Marta, vengo a dejarte mi comentario. :)
    -has puesto: "Tras otro escalofrío y unas arcadas me puse de rodillas." Como unas lineas más arriba ya habías escrito la palabra "arcadas", yo de ti pondría algo así como: "Tras otro escalofrío y unas nuevas (náuseas) me puse de rodillas..." Haz lo que quieras, pero yo te lo digo para no repetir. Es bueno -para estos casos- utilizar un diccionario de sinónimos. x)

    ResponderEliminar
  2. esta muy bienme ha gustado mucho, la única pega k le veo, a parte de la de sun burdock, es k al final kizas deberias expresar un poco mas los sentimientos... pero eso se lo digo a todo el mundo, soy un poco sentimental XD pero de verdad, escribes muy bien y la historia enganxa...enganxa mucho¡¡¡

    ResponderEliminar
  3. Gracias, de verdad. Teneis mucha razón los dos :) No se ke haria sin vosotros :DDD Os kieroo!

    ResponderEliminar
  4. uo!!!!menuda historia te estas marcando!!!del tiron que te sigo!!

    ResponderEliminar
  5. Hola!
    Acabo de encontrar tu blog y, como dice Juanjo de la Rosa Blanca, engancha mucho =)
    Yo también tengo un blog, y aunque por lo visto apenas dispones de tiempo para escribir, y por tanto, menos aún para leer otros blogs, me gustaría pedirte que te pasaras por los míos y te hicieras seguidora (si te gustan, claro) =)
    Muchas gracias y perdón por robar tiempo ^^
    http://ladamalobuna.blogspot.com
    http://eldiariodekirta.blogspot.com

    ResponderEliminar
  6. vaya! encontre tu historia y realmente ME ENCANTO! enserio me gustaria mucho que la siguieras!! Besos!

    ResponderEliminar
  7. Hola^^ yo ya te sigo Marta :)
    me ha encantado, en serio, a ver cuando publicas el siguiente, tus descripciones son bastante buenas :D
    Un BESO

    P.D: http://amoresdeotrosmundos.blogspot.com/
    http://vermouth-lashistoriiasdenatsue.blogspot.com/

    ResponderEliminar